El momento de la despedida.
La vida está llena de despedidas. La gente se gradúa, se muda de casa, se cambia de puesto de trabajo, se marcha a vivir a otro país y, finalmente, se jubila, culminando así su vida laboral.
Esta semana, después de 12 años de formar parte del equipo de ventas de Tyndale, nuestro querido compañero y amigo William Vega, más conocido como Bill o Willie, tomó la decisión de jubilarse para dedicarse a disfrutar de los que más quiere y le quieren, su familia.
Bill Vega, nació en Puerto Rico, trabajó en Tyndale durante 22 años, de los cuales 12 fueron como representante de ventas de Estados Unidos y el Caribe en el departamento de Tyndale Español. Desde que comenzamos el proyecto de Tyndale Español, hace ya 13 años, nadie había dejado antes nuestro equipo de ventas, por eso la perdida de Bill nos ha tocado más de cerca, porque además de compañeros, somos un equipo de amigos, una familia trabajando unida para la extensión del Reino de Dios. Sin embargo, damos muchas gracias a Dios por estos 12 años de compañerismo y trabajo, por la eterna sonrisa y el buen humor de Bill y de su inseparable compañera, su esposa Millie. Oramos por esta nueva etapa en la vida de ambos y pedimos a Dios que los cuide, los bendiga y los guíe siempre en sus caminos.
Sin duda alguna, esta despedida nos deja un sabor agridulce, ya que estamos tristes de no tener a Bill entre nosotros en el día a día, pero a la vez felices de que ha llegado a disfrutar de esta hermosa etapa de su vida. La jubilación debe ser celebrada como una recompensa merecida por largos años de trabajo y como toda despedida, va acompañada de un nuevo punto de partida. Las despedidas son sólo para aquellos que aman con sus ojos. Porque para los que aman con el corazón y el alma, no existe eso de la separación.